Historia antigua de la charlatanería de la farmacia del charlatán
Durante siglos, la charlatanería ha sido parte del panorama médico. Las farmacias antiguas de curanderos se encontraban comúnmente en los vecindarios hace décadas, vendiendo "curas milagrosas" para todo tipo de condiciones. Estas farmacias publicitarían sus pociones utilizando una variedad de métodos, desde representaciones teatrales hasta afirmaciones grandiosas sobre los ingredientes de sus medicamentos. Desafortunadamente, muchos de estos métodos resultaron ser ineficaces o incluso peligrosos.
Uno de los ejemplos más infames de charlatanería fue la promoción de la medicina patentada. En el siglo XVIII, entraron en el mercado una serie de "curas", que a menudo contenían alcohol u opio. Aunque estas sustancias podrían haber hecho que las personas se sintieran mejor, por el momento, rara vez proporcionaron algún beneficio médico real. Muchos de estos medicamentos se fabricaron y distribuyeron en toda Gran Bretaña, con más de 1300 enumerados en los registros parlamentarios británicos.
En un esfuerzo por acabar con la venta de medicamentos fraudulentos, la Asociación Médica Británica publicó en 1909 'Remedios secretos, lo que cuestan y lo que contienen'. Esta publicación estaba compuesta por 20 capítulos que describían los medicamentos que, según ellos, podían tratar diversas dolencias, cada uno probado por químicos expertos. Sin embargo, algunas de estas llamadas curas curanderas lograron sobrevivir, como las píldoras de Beecham, que se anunciaron como capaces de curar 31 afecciones médicas, a pesar de que solo contenían aloe, jengibre y jabón y se vendieron hasta 1998 debido a la demanda.
Como podemos ver, la charlatanería existe desde hace muchos siglos. Afortunadamente, las regulaciones modernas y la evidencia científica pusieron fin a muchos de los métodos más escandalosos utilizados por las antiguas farmacias charlatanas. Sin embargo, el fraude a la salud sigue siendo un desafío para la medicina moderna, nunca completamente abolido.